Papanicolau (PAP)

La prueba de Pap, además de su función en la detección temprana de cáncer cervicouterino, también es útil para detectar la presencia del Virus del Papiloma Humano (VPH) y otras afecciones, como infecciones o inflamaciones. Esta prueba se recomienda especialmente para mujeres a partir de los 21 años de edad como parte de su monitoreo de salud ginecológica.

El VPH es una infección de transmisión sexual común que puede causar cambios en las células del cuello uterino y aumentar el riesgo de desarrollar cáncer cervicouterino. La prueba de Pap permite detectar estos cambios en las células cervicales en una etapa temprana, lo que facilita el tratamiento oportuno y la prevención de complicaciones.

Realizar esta prueba de forma regular es fundamental para cuidar de la salud reproductiva de la mujer y prevenir problemas futuros. La detección temprana de condiciones anormales en el cuello uterino, ya sean causadas por el VPH u otras afecciones, es esencial para un abordaje médico adecuado y para garantizar una vida sexual y reproductiva saludable.

Si eres una mujer mayor de 21 años y no has realizado la prueba de Pap, te recomendamos consultar con tu médico para programarla y recibir una evaluación completa de tu salud ginecológica. Mantener un seguimiento periódico y estar al tanto de tu bienestar reproductivo es una medida preventiva valiosa para promover una salud óptima a lo largo de la vida.